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viernes, 30 de diciembre de 2011

Aguanta tus ganas para más tarde, pues cuando muera tendrás que echarme de menos más que nunca y necesitarás lo que has almacenado mientras vivía.
Envidio el entusiasmo que te hace bella haciendo que tus ojos se aclaren y brillen como mi sangre cuando brota por mis cortes.
Podría mutilarme para parecerme y nunca lo conseguiría, quizá no lo suficiente.
Desenvainando el frío cortante e insignificante como nosotros dudo y reflexiono sin llegar a conclusión y continúo haciéndolo bajo tu mirada atenta de asombro y desesperación, aunque tus cicatrices aún sean visibles.


Los peldaños de la escalera que siempre guían hacia abajo en descenso vertiginoso y con destino final incierto que prevé dolor inmenso no dan lugar a redirigir el sentido y girando sobre si con la vista borrosa no paras de empujar para provocar la caída cumpliendo la misión impuesta, que aceptaste con gusto.
El aceite perfumado que embadurna tu cuerpo no permite la sujeción ni ayuda al equilibrio pero seguro facilita la combustión...
Deseo no ver las sombras que nos rodean, no escuchar sus gritos.
Sería gratificante el silencio, y emociona pensar en la oscuridad más absoluta donde no existe el reflejo de la luz, donde ninguna figura genera sombra.
¿Porqué se ríen o lloran sin motivo?, ¿porqué soy el único...?
Me ajusto la cabeza en su lugar y no digo nada sin parar de hacerlo.
Tu siempre evitabas esta persecución y ya no lo haces, ¿dónde estas?.
Hoy no me siento cansado pero si tengo la puerta abierta para dejarlas entrar, pues necesito darme pena...

lunes, 26 de diciembre de 2011

Me pregunto porque ya no sobrevuelo los errores y las trabas.
Porque despierto tropezándome con todo lo que encuentro en mi camino.
Ya no me siento ligero y mis rodillas son de anciano en cuerpo visiblemente joven.
Vuelvo a perder mi batalla con el tiempo y no se donde falló mi estrategia.
Corro dentro de mi rueda como el ratón que se ejercita dentro de su jaula.
Mi cuerpo no ha conocido el frío hasta ahora y es mala hora para sacar pecho en contra.
Demasiado tarde para buscar una solución alternativa, si aún no me he bajado de este tranvía.
Acepto tu regalo de armonía, lo que tu llamas joya y me lo cuelgo al cuello para que me proteja el pecho, que se ha vuelto demasiado sensible al frío.
Méteme en tu cajita de las sorpresas, allá donde guardas tus tesoros más preciados, ahí donde todo parece basura pero sólo depositas lo que tiene un valor grandioso.
Absorbiendo la fuerza que me transmite el chaman, procuro fortalecerme los suficiente para dejarte mi legado.
Este va a ser y no otro, recibiendo el caliente y húmedo aliento del mágico brebaje, sueño contigo.
Contagiado de su poder recorro tus suaves manos con mi mente, delimito tu espacio e intento saltarme mi propia frontera.
Espero ver peinar tu larga melena ante mis viejos ojos que ya han visto demasiado pero que no se resignan a seguir haciéndolo contigo.
Serías capaz de crear nuevos seres alados con tu belleza, simplemente con tu tacto, que guardo en mi caja.
La pena invadirá mis cenizas y tu no podrás evitarlo pero puedes dar conmigo porque ya me conoces, ya has visto el nacimiento de mi llama y eres la carne sana de mi lepra.
Nunca pensé ser capaz de crear algo tan bello, que de mi saldría todo lo contrario con semilla del mal bien generada.
No necesitas nada de lo que he buscado hasta ahogarme porque ya lo tienes dentro, es innato en ti.
He visto las líneas de tus manos pintadas de rojo y he tatuado tu templo con la tinta de mi sangre, he recorrido tus pensamientos y tu los míos pues gozas del poder que tendrás que dominar para no caer en este mar mío.
La senda de tu mirada vacía por momentos me recuerda mi ansiada y temeraria juventud que reniego cuando el recuerdo me invade.
Aliméntate de mis signos, de las muescas de mi revolver, crece sin tener que hacerlas, sin tener que arrastrarlo.
Que no te pesen los párpados, no los obligues a separarse nunca, pues son traidores y vengativos.
Esquirlas de espinas recorren mi sangre, la que tu ya has depurado y que espero nunca desarrolles, nunca siembres.
Siente el vacío de tu alrededor y no lo goces, sólo llénalo, sólo llénalo...
Nunca olvides al olvido, pues puedes volver a encontrarlo más adelante.
Desarrolla los valores que ya conoces y tatuatelos pues desde el infinito me encantará verlos en tu cuerpo porque ya no podré ver tu mente, aunque será mi hogar.
Seré la corteza que proteja tu bendito árbol, las raíces que no se ven pero que siempre aportan fuerza y firmeza, seré la hoja que te aporte oxígeno cuando lo necesites y la nube en la que se refleje mi cara, aquella que llorará cada vez que te vea, que se cruce en tu camino, que lo moje y evite que el polvo se levante.
Lloraré todo lo que hasta ahora me he privado e incumpliré mi propia palabra para que no me reconozcas, tu sólo huele el perfume de la tierra mojada y fúndete con el.
Seré la prolongación de tus hechos porque tu lo serás de los míos.
Que el tiempo no sea tu obsesión y que no te lleve a la decadencia mas absoluta.
Escucha con los oídos del corazón pues los otros siempre engañan y contesta con el mismo tras ubicarlo en tu cabeza.
Sigue siendo tan linda por dentro y por fuera y deja que sea descubierto sin necesidad de enseñarlo ni ocultarlo.
Que tu voz retumbe en el horizonte y tu nombre sea digno de ser mencionado, que el viento se enorgullezca de portarlo, de llevarlo en su viaje por el mundo, como lo hago yo.
Se de tu capacidad de allanar precipicios para correr más, hazlo pero aprende cuando has de parar a observar.
Despierta con la alegría del nuevo día y todo lo que tienes por delante, disfruta de cada momento de realidad, sea cual sea.
No rechaces la ayuda de quien te la ofrezca aunque seas capaz y no la necesites.
Prefiero la laguna antes que el estanque, aunque la decisión no es mía, cristalina y pura como tu, pues prefiero el olvido al anclaje...
Aparta mis escombros y construye el paraíso que pase por tu imaginación pues todo lo puedes.
Dejo en tus manos mi descanso, pues de tu silencio nacerá mi preocupación que sólo retiraré con el dibujo de tu sonrisa.

jueves, 8 de diciembre de 2011

La época en que las cosquillas invaden nuestro cuerpo, donde la felicidad se rompe con un "no", pero vuelve a atarse sola y se regenera de manera pasmosa...
Aquellos tiempos de dependencia, ingenuidad absoluta y de credulidad completa, donde la confianza es plena y pura...
La sonrisa permanente que... después se difumina convirtiéndose en un gesto de amargura y frustración, volviendo al cuerpo inmune al estímulo al igual que el corazón y nos tilda maliciosos y mal pensados, alimentándonos de desconfianza, de orgullo y egoísmo.
Enseñamos bien a sobrevivir en esta cloaca, pues de no ser así, abundarían los mirlos blancos.

Ahora que no te tengo, te añoro...como el niño que desea su juguete hasta que lo tiene...
Consigo lo que me propongo para destruirlo, para ver el final aunque nunca me agrade...nunca me satisfaga.
Cuando te pierdo sólo ansío tenerte para volverte a perder.
No entiendo mis reacciones, ni tampoco su finalidad, pues sólo pierdo...
Pero para perder algo hay que tenerlo y me gusta tener...
Sin espacio en mi alma solo puedo desechar.
¿Cual limitada estará para librarse de lo más importante?
Saqué mi lengua y me di a probar mi propia mezcla...donde se unían lo salado y lo dulce...
Aquella lágrima convertida en sangre con la única finalidad de caer, que al romper en mi boca me libero de tu pensamiento.