Escuche tu voz procedente de la lengua de la serpiente, adulando mis oidos, abriendo las puertas de mi mente.
Noté como me invadias por dentro, como dominabas mi voluntad y sin ceder a tus deseos, te desterré de mi reino a través de mis ojos.
Ya no volverás a tener un lugar en mi...a formar parte de mi todo...a desnudar mi espíritu y a llevarte mi alma...
Ya nunca serás nada para mi, arrástrate y continúa tu sinuoso camino.
lunes, 7 de marzo de 2011
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