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domingo, 25 de abril de 2010

No se abrir los ojos sin abrir la boca al unísono.
Unidos por un mismo músculo parecen.
Uno y sólo uno formando cuerpo.
Dos opciones desembocando en el mismo mar.
Ríos caudalosos de agua fría entre las rocas.
Creando musgo a su paso en ellas.
Sin detener su camino, ni poder ser detenido.
Sin embalse que vuelva el agua putrefacta y estancada.
Todo lo que se estanca pierde vida y a la vez crea otra.
¿Cuál es la que verdaderamente debería subsistir?

sábado, 24 de abril de 2010


Me agacho y encojo todo lo que puedo para ser pequeño.
A ras del suelo con los codos entre mis rodillas.
La cabeza entre las manos, me balanceo adelante y atrás.
Mis culpas pesan demasiado y ya no puedo soportar el dolor de mis hombros.
No voy a soltarte aún así. Antes se descolgarán mis brazos, separándose de mi cuerpo.
Por primera vez en mi vida, deseo lo ajeno, deseo que tus lágrimas pudieran correr por mis mejillas, ya que mis ojos nunca aprendieron a hacerlo.

Disfruto del susurro de tu voz.
Me entusiasma tu voz por encima de todo.
Tus palabras conquistan a mi animal feroz.
Tu risa...no querría otra, de ningún modo.

Asomado al balcón de mi soledad, maldigo el aburrimiento.
Satisfago mi necesidad de aire y me siento en un estado de paz limitada.
Pronto acabará la angustia del ser que mira el horizonte esperando.
Tanto aguardar ha conseguido acabar con mi percepción.
Ya no se que espero, ya no me entiendo a mi mismo, ya no se quien soy ni...
Me desharé del poder de vomitar verdades, para no ahogarme con mi propio vomito.
Nadie admira la verdad si se le lanza encima como un esputo.
Revolviéndome en el mugriento espacio que me dedico.

Quiero confiar que a través de tu herida estoy viendo la realidad.
Demostrarme a mi mismo que es real y existe, la utopía que corre de boca en boca sin ser respetada.
Miraré por ella para confirmar que no engañas a mis ojos.
Me adentraré en ti como un virus de descubrimiento personal.
Seguro que entonces, podrás vacunarte y hacerme perecer.
Observo la belleza a través de mis barrotes y la disfruto indirectamente.
Anhelo lo que poseí y mi fuente de energía.
Ahí te veo, pero no te tengo.
Visualizo tu caminar en mi mente y te llego a ver.
¿Cómo ser pájaro sin alas?
Poder lanzarme al vacío sin tocar suelo.
Piruetas en el aire, las mismas que en la tierra.
Seguro que sería aburrido, una vez dominado.
Controlar las fuerzas de la naturaleza, luchar contra la gravedad.
¿Porqué fui pájaro y no humano?
Completo mis alas de plumas impermeables, la lluvia resbalará en ellas y podré seguir volando aunque llueva.
Es bello de ver desde arriba y desastroso en la cercanía.
¿Porqué fui pájaro...?, ¿porqué creaste mis alas para después arrancármelas?

viernes, 23 de abril de 2010

Rodeado de fantasmas que custodian mi oscuridad.
Salidas de laberinto, escondidas, recónditas.
Claves indescifrables para una mente necia como la mía.
Dificultades añadidas por mí mismo.
Admiro la simplicidad de lo complicado, ahogandome en lo fácil.
Te siento en la mentira creada por ambos.
Te oigo cuando me anhelas y respondo con mi suspiro.
Ya no es fácil cargar con mi pena, si tengo la libertad en la palma de mi mano.
Podría pero no puedo...
Querría querer, si pudiera arrancar el corazón de mi pecho o injertarle una ramita de olivo.
Sanarlo, curarlo, rejuvenecer el sentimiento odiado, acabar con el dolor, matándolo.
Cualquier solución será buena si evitas que continúen estos estrepitosos pinchazos de agonía.
Sálvame cuál ángel de salvación eterna y pura.
Recogeme entre tus negras alas, quiero sentir su tacto.
Nada puede ser igual después de ser transplantado.
Mil restricciones pondría, mil restricciones me auto impondría.
No puede existir el amor bajo la etiqueta de la prohibición.
No hay nada que prohibir si nada tienes que no permitir, si a nadie tienes que controlar, si nadie te custodia o vigila.
No hay nada que prohibir, si cada uno nos prohibiésemos a nosotros mismos, si nos permitiésemos sólo lo permisible, si mirásemos el uno por el otro.
Si todo fuese sano, nadie comería manzanas con huésped, nadie se merece el mal estado de la comida sobrante del que mal come por no apreciar su alimento, pues está harto de manjares.

viernes, 16 de abril de 2010


Se me deshace en las manos como ceniza de fino papel.
Se me va como el polvo del desierto.
Pensar no significa existir.
Existir y subsistir en el pensamiento.
Soy volátil como el explosivo líquido.
No convengo cerca, pero estoy imantado.
Como quisiera que fueses acero puro.
¿Cómo será la erosión del metal?.
Algo para estudio, una nueva meta, un nuevo deseo conocimiento.
Tan llamativa y fascinante como la roca que sufre las inclemencias del mal tiempo, pero brillante.
¿Porqué brillas para mi?, si sólo soy un ser opaco...

jueves, 15 de abril de 2010

No anhelaré andar por el fango.
Ni su olor ni su inusual belleza.
Agitaré mis brazos hacia la superficie, aunque duelan.
Aguantaré sin respirar, resistiré sin oxígeno.
Lucharé entre toneladas de agua a mi alrededor.
Ejerciendo presión sobre mi cuerpo.
No anhelaré andar por el fango, si puedo volar en este líquido acuoso.
Volveré a nacer como si flotara, como si pudiera levitar en el.
Ascenderé para disfrutar de la superficie, de lo superfluo.
Veré el sol, que secará mi cuerpo blanquecino y arrugado.
Me llenaré de energía y no anhelaré andar por el fango.
Con el vello erizado, sintiendo el viento en todos los poros de mi piel.
Introduciéndose por ellos, oxigenando mi interior.
Purificándolo, refrescándolo, alimentándolo, dándole vida.
Puedo percibir el camino que recorre, el que yo mismo recorro.
Sigo mentalmente su trayectoria, hago lo mismo que siempre.
Lo sigo y medito, ¿porqué ese camino y no otro?.
Busco explicación a lo inexplicable, a lo que no lo tiene.
Más allá del silencio, me ubico, más allá me encuentro, más allá me busco.
Podría fallecer observando tus ojos, sin darme cuenta.
Midiendo con la mirada tu pelo, deseando...
Hoy podría morir con una sonrisa en la cara.

viernes, 9 de abril de 2010

Parsimónico destino, en seguimiento continuo y temeroso.
Seguido para fomento de la esperanza.
Temeroso de encontrar, finalizando la senda, la esperanza y lo irreal.
Erguido me hallo ante ti sin humillar mi persona.
Detestas lo que ves y yo no intento impresionarte.
Encajo tu odio con la fortaleza del árbol en la tormenta.
Te lanzo fonemas de cordura, que evitas que te rocen.
Atacas con la mitad de tu artillería y ya has destrozado mi ejército.
No tengo que defenderme si no me invades.
No tengo defensa pues yo soy el invasor.
Amarra al muelle la embarcación que no se vaya con el oleaje.
Ata el cabo sin atar, o deja que se adentre todo lo que pueda y más.
Habita mi templo dios de los sueños irreales.
Fuente de deshechos del ser.
Ubica mi trance lejano a esta tierra perenne de grotescos sedimentos.
Hazme recorrer las entrañas del viento, cambiar de ritmo en el ascenso.
Oler a fragancias olvidadas por el paso del tiempo.
Disfrutar de la compañía de los que nos abandonaron.
Poder ver luz durante las tormentas.
Seguir las pautas que rige el faro evitando el acantilado.
Las frías aguas de este océano serán cálidas en mi propósito.
Quiero volver a ver sin ser visto.