Puedo acumular vida en lo mas profundo de mis arrugas, aun sin encontrar mi camino entre tanto surco.

No encuentro nada de lo que busco mientras que no se que buscar...

En toda la juventud de mi vejez, sigo sin haber adquirido experiencia.

Negándome a ver con los ojos ajenos de la resignación, no entiendo nada, como los animales criados para morir.

Sin mas remedio, no puedo acatar mi destino, pues es mío y me impresiona tu aceptación de lo que llamas evidente.

A veces sigo queriendo pensar que un día te encontré y lo volveré a hacer, volver a ser entendido y que mis palabras en tu boca adquieran sentido...