
Desierto de calles mojadas por la agónica impaciencia de quien quiere secarlas para huir de la soledad, para el reencuentro con sus similares.
No hay nada más bello que un ser oscuro brillando.
Siento la claridad en el fondo de mi mente como pinchazos de afilada daga dentro de mi cabeza.
Mi vista se vuelve opaca cuando esto sucede y un lapsus de tiempo define mi momento de ser mortal.
Nunca dejaré de ser un mortal atendido por la inmortalidad, perdurando en el tiempo con el cuerpo dolorido y el alma destrozada.
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